Con las recientes técnicas de clonación, la
ciencia ha conseguido obviar un paso, hasta ahora infranqueable y
obligado: la fecundación. Lo que parecía ciencia-ficción -como es
la creación de nuevos individuos sexuados fuera del ámbito de la
sexualidad, sin fusión de gametos-, ha quedado demostrado como una
realidad certificable.
A día de hoy ya han sido clonados ovejas, ratones,
vacas,
cabras y cerdos.
A continuación vamos a ver un vídeo que explica muy bien la clonación de organismos:
http://www.youtube.com/watch?v=Eo45trxXpME
El experimento de Wilmut Campbell.
El experimento de Wilmut, Campbell et al. consistió en tomar
células y ponerlas en cultivo. El medio nutritivo, en pases
sucesivos, fue disminuyendo su concentración de proteínas
nutritivas, desde un 10% hasta el 0,5%. De este modo, se consiguió
detener la división de las células en cultivo, y dejarlas en estado
de quiescencia (reposo).
Por otra parte, se tomaron óvulos, y se les extrajo el núcleo (enucleación) aspirándolo mediante una micropipeta. Se dejaron en cultivo los citoplasmas de esos óvulos enucleados.
Como
último paso, se pusieron en contacto las células quiescentes
cultivadas y los óvulos enucleados, y se les sometió a un breve
pulso eléctrico, con dos objetivos: por una parte, crear microporos
en las membranas de ambas células puestas en contacto para así
favorecer su fusión; y por otra, abrir los canales del calcio de la
membrana, provocando una reacción parecida a la que causa el
espermatozoide al fecundar el óvulo, que pone en marcha todo el
metabolismo celular y el desarrollo del nuevo ser.
Esta técnica fue desarrollada en el Instituto Roslin de la misma manera con dos tipos de células. Un primer experimento se realizó con células embrionarias, extraídas de la masa celular interna de un blastocisto (embrión) de oveja. El segundo experimento se realizó con células extraídas de la ubre de una oveja adulta. Tanto las células embrionarias como las células adultas de la ubre se pusieron en contacto con el óvulo enucleado. Lo único que varió fue el número de pases en cultivo necesarios para conseguir la quiescencia (reposo de la división celular) tanto de la célula embrionaria de oveja, como de la célula de la ubre de la oveja adulta.
Una vez conseguida la fusión del óvulo enucleado con el núcleo de la célula adulta, hemos conseguido una célula equivalente al zigoto tras la unión del óvulo con el espermatozoide: una carga genética de 46 cromosomas (toda la información de un individuo) rodeado del citoplasma del óvulo que va a permitir el desarrollo del embrión en sus primeras etapas. Es el ZIGOTO clonado.
El experimento de Wilmut Campbell.
Por otra parte, se tomaron óvulos, y se les extrajo el núcleo (enucleación) aspirándolo mediante una micropipeta. Se dejaron en cultivo los citoplasmas de esos óvulos enucleados.
Esta técnica fue desarrollada en el Instituto Roslin de la misma manera con dos tipos de células. Un primer experimento se realizó con células embrionarias, extraídas de la masa celular interna de un blastocisto (embrión) de oveja. El segundo experimento se realizó con células extraídas de la ubre de una oveja adulta. Tanto las células embrionarias como las células adultas de la ubre se pusieron en contacto con el óvulo enucleado. Lo único que varió fue el número de pases en cultivo necesarios para conseguir la quiescencia (reposo de la división celular) tanto de la célula embrionaria de oveja, como de la célula de la ubre de la oveja adulta.
Una vez conseguida la fusión del óvulo enucleado con el núcleo de la célula adulta, hemos conseguido una célula equivalente al zigoto tras la unión del óvulo con el espermatozoide: una carga genética de 46 cromosomas (toda la información de un individuo) rodeado del citoplasma del óvulo que va a permitir el desarrollo del embrión en sus primeras etapas. Es el ZIGOTO clonado.
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LA CLONACIÓN CON FINES REPRODUCTIVOS.
Tiene como objetivo obtener individuos adultos. Se presenta como una moderna técnica de reproducción asexuada asistida. Es decir, aparece como una alternativa a personas que no pueden tener hijos de manera sexuada (ausencia de gametos, solteros, parejas del mismo sexo), y que no aceptan tener hijos con dotación genética parcial o totalmente distinta de la suya.
CLONACIÓN REPRODUCTIVA
La clonación reproductiva tiene como fin la obtención de individuos adultos. Como ya hemos explicado, la clonación reproductiva ya se ha experimentado con éxito en diversos mamíferos. La clonación reproductiva en humanos ha suscitado un fuerte rechazo por parte de casi la totalidad de la comunidad científica y las Instituciones en el mundo. Sólo algunos científicos (Dr. Davos en EEUU y el Dr. Antinori en Italia) se han mostrado partidarios de obtener seres humanos adultos por clonación, a pesar de las duras críticas recibidas desde todos los ámbitos. Del mismo modo en EEUU una secta, liderada por Rael, se han mostrado interesados en la clonación de ‘el mesías’, niño de 10 meses muerto y crioconservado hace años, y afirman haber recaudado ya suficientes fondos para empezar a clonar un ser humano.
Dejando a parte lo que muchos consideran delirios de algunos científicos chiflados, la clonación de seres humanos, de hecho, ha existido desde tiempos inmemoriales. Me refiero a la clonación por GEMELACION natural, y que da lugar a dos individuos genética, inmunológica e incluso externamente iguales: son los gemelos monocigóticos. Los gemelos monocigóticos surgen de la división del embrión en sus estadios iniciales, cuando todavía las células de ese embrión son TOTIpotenciales. Del embrión fruto de la fecundación del óvulo por el espermatozoide, se escinde en algún momento de su desarrollo más temprano, alguna o algunas células que darán lugar al embrión gemelo. Ambos embriones, ambos recién nacidos son clones.
Volviendo al debate sobre la clonación artificial humana con fines reproductivos, diversos autores han sugerido diferentes objeciones tanto prácticas como éticas claras:
1. Objeciones prácticas:
Bajo porcentaje de éxitos. La oveja Dolly fue la única oveja adulta que se consiguió después de 277 intentos. La técnica antes descrita se realizó 277 veces, y se consiguieron 29 embriones(clonados). Muchos de esos embriones no se desarrollaban en el cultivo correctamente, otros si lo hicieron y fueron transferidos a úteros de ovejas. Sólo unos pocos de esos embriones se implantaron. Algunos llegaron a nacer pero la mayoría murieron en las primeras horas de vida. Sólo una oveja sobrevivió: Dolly. Si Dolly hubiera seguido la suerte del resto de los embriones compañeros de investigación, la clonación probablemente hoy seguiría siendo ciencia-ficción.
Alto número de óvulos requerido. Se necesitaron 277 óvulos para conseguir una oveja clonada. Si esto lo trasladamos al ser humano, nos encontramos con un obstáculo importante: los óvulos humanos son un bien escaso. Se calcula que una mujer produce unos 450 óvulos maduros a lo largo de su vida fértil. Si a esto le sumamos las complejas, incómodas e incluso no exentas de riesgo técnicas para la obtención de óvulos de mujer (tratamiento hormonal de inducción de maduración de óvulos, técnicas de paracentesis (punción intraabdominal y aspiración de los óvulos maduros del ovario)), nos damos cuenta de que el proyecto de clonar un ser humano presenta objetivos obstáculos. ‘Por ello dos importantes empresas de Biotecnología, BioTransplant & Stem Cell Sciences, estiman que este problema podría resolverse utilizando óvulos de animales, especialmente cerdos, filogenéticamente muy cercanos a los seres humanos. Ya en 1998, científicos de Advanced Cell Technology comunicaron que habían clonado óvulos de vacas con material genético humano, consiguiendo un embrión que se dejó vivir solamente unos días. Basándose en esas experiencias, Stem Cell Sciencies comunicó en noviembre 2000 que había realizado un experimento similar, pero utilizando óvulos de ratones. Para tratar de justificar éticamente su experimento, la empresa afirmó que los óvulos de ratones no aportaban material genético al híbrido, cosa no totalmente cierta, pues el 3-4% del material genético de nuevo ser proviene del ADN mitocondrial suministrado por los óvulos’.
2.Objeciones éticas:
Derecho a un padre y una madre (el clonado tendría un "gemelo artificial" del que procede, y una madre de alquiler)
Ser querido por sí mismo y no para conseguir un fin, como emular o reemplazar a alguien. En este sentido tenemos el caso de la secta de los Raelianos que pretenden clonar a un niño, muerto a los 10 meses de edad hace una década, y que entienden que es el ‘mesías’.
Posibilidad de alteraciones o enfermedades en los clones (daño genético). Este es uno de los puntos que más revuelo ha suscitado en los círculos científicos y en la opinión pública. Hemos podido comprobar como científicos de prestigio han sido tajantes a la hora de condenar la clonación reproductiva: Ian Wilmut, creador de la oveja Dolly afirmaba en su comparecencia en el Foro sobre Clonación, que tuvo lugar en el Congreso de los Estados Unidos en abril de 2001, y que reunió a los expertos en clonación de Estados Unidos y parte de Europa: "El proceso de clonación animal provoca fallos en el desarrollo gestacional y neonatal. [...] En el mejor de los casos, un pequeño porcentaje de los embriones creados por trasferencia nuclear (clonados), sobrevivirán al nacimiento, y de esos muchos morirán en el periodo neonatal. No hay razones para pensar que será distinto en humanos". Del mismo modo, Keith Campbell, principal colaborador de Wilmut en las investigaciones sobre clonación declara: "Preferiríamos que nadie lo intentara nunca. Si la acometen, y con seguridad sucederá algún día, sería cruel no desear buena suerte a todos los que participen en esa tarea, mas la perspectiva de la clonación humana nos suscita graves recelos".
http://www.youtube.com/watch?v=8XCsrAhg1Ps
La principales investigaciones en CLONACIÓN
TERAPÉUTICA HUMANA van dirigidas a conseguir tejidos para
trasplante a personas adultas, MEDICINA REPARADORA, obviando el
riesgo de rechazo.
La clonación terapéutica implica la
destrucción posterior del embrión clonado del que se han
extraído las células de la Masa Celular Interna, fuente de los
tejidos para transplante.
Vamos a poner un ejemplo para entender mejor esta
posible aplicación de la clonación terapéutica. El caso que sigue
es todavía ciencia-ficción. Las posibilidades terapéuticas que se
exponen se basan en especulaciones, pues hoy día se está muy lejos
todavía del objetivo que presenta este caso.
Paciente de 50 años, bebedor habitual de 70 gr de
alcohol al día desde los 20 años. Presenta insuficiencia hepática
grave, secundaria a una cirrosis alcohólica de larga evolución. El
paciente precisa de un trasplante hepático urgente. No existen
donantes, o los que existen no son compatibles. Aquí entra en juego
la aplicación de la clonación terapéutica.
Al paciente se le aísla cualquier célula somática
de su cuerpo, por ejemplo de la piel. Siguiendo la técnica de la
oveja Dolly, introducimos el núcleo de la célula de la piel en un
óvulo al que previamente le hemos extraído su núcleo. Se estimula
el óvulo con el núcleo transferido, y observamos que comienza la
división celular de ese embrión clonado. Ese embrión contiene la
información genética del individuo cirrótico (puesto que tiene el
núcleo de la célula de la piel del cirrótico), es un clon del
individuo cirrótico. Dejamos que el embrión se desarrolle hasta la
fase de blastocisto. A continuación extraemos de la Masa Celular
Interna de ese embrión la célula madre (stem cell) encargada de
generar el futuro hígado de ese individuo todavía en fase
embrionaria. Cultivamos esas células y obtenemos células hepáticas
inmaduras (hepatoblastos), obteniendo en el laboratorio tejido
hepático amorfo. Ese tejido lo trasladamos al hígado del enfermo,
que al ponerse en contacto con tejido conjuntivo (matriz colágena
que hace las veces de andamio donde se sustentan y adquieren su forma
los distintos órganos), empieza a crecer de forma ordenada,
restituyendo el hígado dañado. No existe posibilidad de rechazo,
porque ese hígado es genéticamente idéntico al hígado del
enfermo.
Más videos relacionados:
BIBLIOGRAFÍA:
la información la he sacado de youtube
wikipedia
y enciclopedias .
Melisa Trujillo Sánchez.